–¿Cuál es el próximo proyecto de Delfín? ¿Piensa llegar a otros países?

–El interés mío no es llegar sólo a Chile sino a cualquier parte del mundo… pero yo no tengo la ambición de llegar a otros escenarios grandes, compartir con grandes talentos, no, yo siempre mantengo popularidad, humildad, donde quiera que vaye. Yo canto con el mismo siento y eso yo no puedo decir que tengo alguna misión, o visión, o algún plan para el futuro, que este año tenga que estar ahí, no. Mi compromiso es seguir haciendo más música. Por ejemplo, hoy estoy haciendo un tema sobre el calentamiento global y eso seguiré trabajando para próximos años, ya estará tanto audio y video y Internet y eso es seguir trabajando. No hay ningún apuro y mi vida yo estoy muy tranquil… sigo haciendo canciones inéditas y eso siempre con Delfín hasta el fin. 

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Delfín no gastó ni un peso ecuatoriano (mucho menos un dólar) para conseguir sonar en todo el mundo. Youtube se lo dio todo. Ni siquiera conoce Estados Unidos y seguramente no lo conozca nunca, pues las reacciones a su video incluyen supuestamente movidas del gobierno estadounidense para eliminar “Torres Gemelas” de todo el universo virtual. Apenas pudo cambiar su comunidad natal por la urbe de Riobamba, y sin embargo es analizado con toda óptica, desde la de McLuhan hasta la del Che Guevara. No hicieron falta estudios de mercado para que toda la fanaticada virtual de Chile habilitara un concierto multitudinario para el maestro del technoflor muleitor, aunque la directiva de Viña del Mar se rehusara a invitarlo al Festival.

Delfín se ha convertido en blanco de la xenofobia y el desprecio a las razas indígenas. Los mismos latinos denigran de sus raíces mientras despotrican de su arte. Peor aún, muchos desean la extinción de países enteros invocando la Justicia Divina, vía desastre natural. Para quien no sepa mucho de Historia, revisar los comentarios sobre “Torres Gemelas” es suficiente para comprobar que una simple canción puede reavivar el odio que existe entre chilenos, ecuatorianos, peruanos y argentinos. También está el grupo significativo de detractores que no cesan de manifestarse, por considerar morboso y vulgar pretender ganar fama y dinero a costa de una desgracia como el 11/9.

En contraposición, están quienes claman por el cese de las discordias y abren el foro de la tolerancia, la misericordia y la unión, en defensa de Delfín o a pesar de Delfín. Hay ecuatorianos que con vergüenza admiten la falta de criterio de su compatriota, y tratan de demandar pacíficamente un poco más de respeto por su territorio.