A horas de escucharse el primer repique de San Juan, una fiesta popular llena de color, música y fervor, Eva Nazareth Daza, cultora venezolana, escribió un poema que le invitamos a narrar para darle voz a la fotogalería de Daniel Hernández, quien ha documentado desde hace 18 años las fiestas de San Juan Bautista en varias regiones de Venezuela.
A San Juan lo veneramos por hacer realidad hasta los milagros más imposibles y por recordarnos, cada 24 de junio, el gozo de nuestra cultura. El gozo de ser venezolanos.
Eva Nazareth dice que en su casa se respira cultura popular todos los días, desde que estaba en el vientre de su madre, de quien heredó el amor y devoción por las tradiciones. Es poeta, músico instrumentista, compositora, maestra, pero sobre todo, le hace honor a la tierra del tambor donde creció y a sus raíces afrodescendientes: “Respiro música, vivo tambor. Todo lo que hago lo aporto a mi pueblo de Curiepe y a la región barloventeña”.
Los dejamos con su retrato, sus versos y la fotocrónica de Daniel Hernández, en video y en galería:

A San Juan Bautista
Al origen, sonoro palpitar de la mano sobre el cuero
Que me hace revivir ese origen tribal
Palpitar incansable que nunca se detiene
Conexión inefable hacia lo espiritual
En cada golpe mi alma es más fuerte
Cada golpe retumba sin descansar
Así, inicié el viaje a los desconocido
O quizás conocido que se pretende olvidar
Es ese boleto de ida sin retorno
Espiral de almas hacia lo inmortal
Agua, aire, tierra y fuego bailan de las manos haciendo Hermandad
Yo soy el agua que corre en las venas
La lluvia el río, agua de la mar
Yo soy el aire que te hace vivir
La palabra, el canto, soplo de libertad
Soy la tierra vientre y semilla
Cobijo tu cuerpo en calor maternal
Yo soy el fuego que llevas por dentro, esa llama ardiente que jamás debes entregar
Lo he mi alma implora, mi espíritu clama solo por danzar.
Somos colectivos, somos uno solo, un mal trafinao y se inicia el ritual
Aire, tierra, agua y fuego
Canto, baile, miel y sal
Aire, tierra. Agua y fuego
Sudor y mano bien y mar.








