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ORIANA ZERPA. Artista plástico, 42 años,egresada de la Escuela de Artes Plásticas Cristóbal Rojas. Vive en Sarría, Caracas.  @orianazerpa IG@orianazerpa_

“Siempre me ha gustado hacer las cosas muy distintas a los demás. A todo trato de sacarle algo positivo. Brindar una sonrisa, porque eso es lo que nos va a dar valor y capacidad para soñar.

Soñar es lo que te mantiene vivo. Mi sueño es que mi trabajo se conozca en el mundo, que pueda transmitir el amor por lo que hago y que la gente lo pueda sentir.

Sigo en Venezuela porque creo en mí, en la gente. Creo que a pesar de cómo está nuestro país todavía se pueden hacer muchas cosas y podemos sacarlo adelante. Como creadora sé que puedo aportar, al igual que otros creadores. Desde los diferentes oficios de cada quien.

Me vincula a este país el amor que nos une,  las ganas de vivir, el trópico, el clima. El hecho de ser venezolanos. Nos podemos dar la mano donde sea, nos ayudamos. Tú necesitas algo y viene el vecino te da la mano. Eso es muy valioso.

Me vincula ser artista plástico y poder también enseñarle a las otras generaciones que sí se puede con esfuerzo, trabajo, perseverancia y creyendo en uno mismo.

Siempre he tenido destrezas con el dibujo, la pintura. Es lo que me ha inspirado desde pequeña. Empecé haciendo cursos libres en la Escuela de Artes Visuales Cristóbal Rojas y opté por estudiar artes plásticas. Decidí utilizar la prenda de vestir para darle sentido a las obras de arte, para que la gente pudiera tener una interacción directa con el arte y para que mi trabajo no se viera sólo en galerías, museos, entre cuatro paredes. Fue una excusa para que el cuerpo humano se convirtiera en el soporte de la obra, en arte moderno para llevar, arte moderno para vestir.

Empecé a darme a conocer en ferias de diseño, de arte textil. Trabajé con agencias de modelaje, en exposiciones en la Galería de Arte Nacional, con algunos artistas, como a la agrupación Herencia, el percusionista Orlando Poleo, cantoras como Fabiola José, Surconciencia. Tuve la oportunidad de vestir a la esposa de Chelique Sarabia para la presentación del Grammy que le otorgaron hace dos años.

No estaría completa si no trabajara. Me veo trabajando así tenga 60, 70 años, siempre que tenga mis manos y la vista sanas, y pueda seguir proyectando lo que hago para enseñar a los demás.

La sala de mi casa se convierte en La salita de Oriana los fines de semana. Es un espacio más íntimo para que la gente pueda ver mi taller.

Todos los días me levanto con proyectos, con sueños, con ideas para crear, promover lo que hago. Son horas y horas de trabajo mental, de hacer alianzas con otros compañeros con inquietudes artísticas similares. Me levanto creyendo. Creyendo siempre en el trabajo que hacemos aquí”.