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Un grupo de voluntarios y vecinos logró recrear uno de los murales más emblemáticos en el barrio de San Blas, en Petare, el mismo mural que fue borrado hace unas semanas generando una controversia en la comunidad donde los miembros de la iniciativa Uniendo Voluntades insisten en sembrar ciudadanía, sin importar lo cuesta arriba que resulte

Fotos Ivonne Velasco y Leo Álvarez

Todos tenían pintitas mínimas en la ropa y en sus manos que se acentuaban aún más con cada brochazo en la pared mientras dibujaban formas geométricas con tonos rosa, verde, vinotinto y azul.

Foto Leo Álvarez

Armados con pinturas y siguiendo el recuerdo que les marcaba una fotografía, los voluntarios de la iniciativa Uniendo Voluntades rehicieron uno de los cuatro murales que hace más de cuatro años decoraban las paredes de esta comunidad caraqueña, y que fue tapado recientemente por miembros de concejos comunales y algunos vecinos detractores, tal como denunciaron públicamente en su momento. 

Foto Ivonne Velasco

Fue así como un grupo de fotógrafos, documentalistas, influencers, arquitectos y artistas le devolvieron a un muro en el barrio petareño de San Blas la que fue su marca de ciudadanía, un mural que representaba el rescate de este espacio.


Foto Leo Álvarez

Foto Leo Álvarez

En el mes de febrero, la denuncia de la organización de que estas piezas artísticas que decoraban la cancha del sector Matapalos fueron eliminadas sin previa consulta con la comunidad inundó las redes sociales y generó críticas y comentarios de todo tipo.

Pero, aunque abatidos por el daño, los voluntarios de esta iniciativa y sus aliados optaron por llevar a una asamblea ciudadana la decisión del elemento o mensaje que debía adornar el barrio. Entonces lograron el respaldo de la comunidad para pintar nuevamente una de las piezas más emblemáticas borrada hace unas semanas. 

Foto Ivonne Velasco

Con el apoyo de colaboradores que acompañan el esfuerzo de esta iniciativa social desde hace doce años, cuando inició en Petare su trabajo de rescate de espacios y educación para promover la ciudadanía, se reunieron los recursos para reproducir el diseño que hizo especialmente desde Francia para este proyecto el artista y muralista franco-británico Seb Toussaint, quien firma varios de los murales que decoran los sitios recuperados en San Blas. Un dato importante: es la primera vez que en un lugar del mundo se plasma una obra de este artista sin él estar presente.

La obra, un mosaico de colores vivos que rescata la palabra del mural anterior “resiliencia” pero con un nuevo diseño de Seb Toussaint, estuvo a cargo de Esteban Ruiz (BAM), un joven muralista que aprendió este arte gracias al trabajo de Uniendo Voluntades y cuya primera pintura en su propia comunidad fue borrada por un grupo afecto al oficialismo, según denunció la organización. 

El artista Franklin Segovia también se incorporó entre quienes apoyaron para pintar el nuevo mural.

Foto Leo Álvarez

Durante la jornada el ambiente era reflexivo. Los voluntarios que han sido testigos del cambio en este sector de Petare fueron quienes tomaron brochas y rodillos para recrear la pintura.

Foto Ivonne Velasco
Foto Ivonne Velasco

Desde la distancia, algunos vecinos contemplaban el trabajo y reconocieron que tras la labor de Uniendo Voluntades los espacios de San Blas lucen mucho mejor.

“El barrio se ve más bonito, más colorido”, admitió Álvaro García, habitante de la comunidad para quien la controversia en torno a los murales se vuelve irrelevante ante los problemas que enfrentan los vecinos, como el desempleo o la falta de recursos.

Sin embargo, Katiuska Camargo, la líder de Uniendo Voluntades, insiste en que el trabajo que hacen por generar conciencia ciudadana es “de hormiguita” y se sostiene justo en la palabra que hoy reescribieron en la pared del barrio: la resiliencia. 

Foto Leo Álvarez
Foto Leo Álvarez

Aunque la polémica por estos murales generó temores, Camargo no duda en asegurar que trabajarán aún más por llenar la comunidad de civismo, buena voluntad, amabilidad y actos de vecindad que dejen ver la esencia de su gente, más allá de las dificultades. 

Entretanto, los más jóvenes del barrio y los voluntarios que han acompañado la recuperación de espacios tienen la fe puesta en que BAM, el chico muralista que se formó con el trabajo de Uniendo Voluntades, pueda volver a pintar el mural que cambió su futuro y que representaba un símbolo de superación para la gente de San Blas.

Foto Leo Álvarez
Foto Leo Álvarez