En la #TertuliaHQL realizada en la Universidad Católica Andrés Bello, cuatro periodistas de medios y organizaciones independientes de Venezuela compartieron sus experiencias sobre cómo innovar en el periodismo para vencer la desinformación. La estrategia en común: retomar el periodismo en la calle y diseñar acciones en el ámbito local
Todos los periodistas que están en la sala, desde su lugar de trabajo, han procurado crear nuevas formas para combatir la desinformación. Y cada uno coincide en que volver al periodismo local, para contar lo que sucede en las comunidades y para esas comunidades, es la manera de innovar y vencer la ausencia de información.
En la Tertulia Periodismo innovador: alternativas contra la desinformación, un encuentro organizado por Historias que laten para compartir iniciativas que desde tres medios de comunicación y el Instituto Prensa y Sociedad de Venezuela han desarrollado para acercarse a las audiencias, se habló de los retos del periodismo actual, ese que se afianza en la hiperconectividad que las herramientas digitales han brindado al medio, pero que a su vez ha alejado al periodista de las calles, que es la esencia misma del ejercicio.
Ante esta realidad, las ideas de estos medios han pasado por hacer periodismo offline, formar a las personas dentro de las comunidades para que sean la fuente principal de información y llevarle las noticias en diferentes formatos. Acercarse a ellos. Informar cara a cara.
—Estas son experiencias que demuestran que podemos seguir informando pese a los obstáculos —introduce Liza López, directora general de Historias que laten.
Jonathan Gutiérrez, editor en jefe del medio anfitrión, destaca cómo desde iniciativas creativas les hacen frente a los retos que vive el periodismo en Venezuela.
Laura Helena Castillo, cofundadora de El Bus Tv –una iniciativa creada en 2017 para evadir la censura y que brinda a las personas información dentro de los autobuses– inicia ofreciendo la estrategia clave que ellos han implementado para vencer la desinformación e innovar para que la noticia llegue a la mayor cantidad de personas posibles.
—Hay que trabajar más cerca de la gente. Salir de nuestras salas de redacción. Eso lo hacemos nosotros en El Bus. Estamos, creo yo, dándole esa oportunidad al periodismo que se hace cara a cara, sin intermediarios, de manera offline.
La periodista de El Bus Tv además destaca la importancia de volver al periodismo local que, a su juicio, ha perdido terreno.
—¿Qué pasa cuando pierdes ese periodismo que habla de tu calle, de tu zona, parroquia, municipio? Perdemos el tejido que nos convierte en sociedad, nuestro tejido ciudadano. Somos más vulnerables a la polarización y, al serlo, estamos más expuestos a las noticias falsas. Al perder el contacto entre nosotros, realmente somos más vulnerables a casi todas las prácticas del autoritarismo en general. Y hay muchas prácticas autoritarias en la comunicación, sobre todo la que viene del poder.
El resto de los ponentes la observan con atención y asienten. Danisbel Gómez, de Efecto Cocuyo, Rena Camacho, de El Pitazo, Elvianys Díaz, del Instituto Prensa y Sociedad de Venezuela (Ipys Venezuela), y Jonathan Gutiérrez y Liza López, de Historias que laten, completan el panel. Todos coinciden en que ese es uno de los caminos. Aplauden la labor de El Bus Tv, que se enfoca en temas hiperlocales que luego difunden de manera offline.
—Cada uno de esos noticieros es distinto. Porque abre con noticias de esa calle, de esa comunidad popular, de esa ruta por donde pasa el bus.
Danisbel toma la palabra. Enfatiza en que Efecto Cocuyo procura innovar constantemente, pero recuerda las limitaciones para poder mostrar lo local.
—Hacer un periodismo riguroso tiene un costo, porque trasladar periodistas es costoso. Y la desinformación adquiere unos matices que tienen que ver con la cobertura, la conexión con la gente, la perspectiva periodística para atinar el lugar del hecho y hacerse presente, y dónde tener la posibilidad de escuchar a la gente, para que sean también una ayuda, un vocero.
La directora de estrategia y gestión de Efecto Cocuyo recuerda las iniciativas que desde ese medio digital han empleado para hacerle contrapeso a esa dificultad. —Nosotros tenemos un Cocuyo Chequea para hacer fact checking, y lo tenemos conectado con la gente, con los grupos de WhatsApp que abrimos para recibir información de ellos sobre el tema que creen que es mentira o que puede ser una verdad dudosa. También tenemos un semanario que se llama Cocuyo 7, para que la gente pueda descargarlo en un momento, leerlo después y enterarse de lo que pasó en la semana.
Sobre esto, Rena Camacho, de la gerencia de Infociudadanos de El Pitazo, hace su aporte: en esas comunidades donde se plantee hacer periodismo local, se les enseña a sus habitantes a ser conscientes de la importancia de los medios de comunicación, de estar informados porque es su derecho y de entender que el poder que tiene la información está en sus manos.
Con eso en mente, desde El Pitazo han formado a 1.132 Infociudadanos, personas que desde sus espacios informan y denuncian lo que les sucede. Así llevan a cabo su proyecto innovador que está en constante renovación y que ellos nombraron El Pitazo en la calle.
—Para nosotros el foco de formación es uno de los pilares del proyecto que comenzó en 2016 a formar Infociudadanos en lo que se conoce como educación mediática, en buscar que la gente identifique las noticias. Nosotros no pretendemos con esos talleres que sean periodistas, lo que queremos es dar educación, formación. Incluso que el ciudadano conozca cuáles son los procesos de un medio de comunicación para hacer una nota.
Con este proyecto, explica, se logran los primeros pasos para recuperar ese terreno local que el periodismo ha perdido y que a los medios les cuesta mucho dinero recuperar.
—Ellos terminan siendo para nosotros una fuente de confirmación y verificación de información que surge en las comunidades. Tenemos activos unos 400 Infociudadanos que se reparten en varias regiones y están en nuestros grupos de WhatsApp. Estamos directamente conectados con ellos y eso nos permite a nosotros conocer casos locales.Además, ellos piden que los formemos cuando ven los resultados. Así se va haciendo una cadena y se conforma toda una red que nos permite estar en tierra como periodistas.
Así logran recuperar, como señala Rena Camacho, la razón de ser del periodismo, que no es más que el servicio a los demás.
Por su parte, Elvianys Díaz sabe que la labor que realizan desde Ipys Venezuela para identificar lugares donde las personas no tienen acceso a la información, les sirve de punto de partida a las periodistas que la acompañan para desarrollar nuevos proyectos.
—Ipys hace monitoreo y análisis -sobre todo de tendencias políticas- para tratar y descifrar los patrones de discurso de la desinformación. Por otro lado, trabajamos desde lo formativo. Vimos que más de cinco millones de venezolanos no tienen acceso a información o medios locales, y que hay municipios donde hay escasos medios y esos no se interesan por los problemas hiperlocales. Eso generó una preocupación enorme en nosotros. De allí han surgido proyectos formativos y dos programas especiales. Uno que se llama Ipysve Lab, que se basa en la actualización de periodismo de investigación a través de talleres, ponencias y foros, y otro que se llama Radio Democracia.
El primero, explica, apunta a que los periodistas que se encuentran en aquellas regiones que son desiertos informativos, cuenten historias de investigación con foco en lo local, para nutrir ese terreno sediento de información. El segundo se centra en desarrollar historias sonoras y locales, para aprovechar que la radio es el principal medio de comunicación del país.
—Ese tipo de temas y la importancia de poner la lupa en lo local y que los periodistas de estas comunidades tengan la oportunidad y el espacio de hacer periodismo de su zona, es valioso y a ellos les interesa mucho. Creo que uno de los retos del periodismo actualmente es cómo contamos la problemática a través de diferentes formatos. Cómo aprovechamos lo multimodal desde lo offline hasta lo online.
—La importancia del trabajo offline, de estar en contacto con las personas, acercarse a ellos y lograr esa conexión social de los medios con la gente, porque estamos perdiendo ese valor de la conexión directa con la ciudadanía, con las necesidades de las personas. Y hay que rescatarlo porque, a fin de cuentas, que es el periodismo sino un servicio público -completa Jonathan Gutiérrez.
Con eso en mente y la clara idea de que contar historias locales, en diferentes formatos, es la manera de innovar, escuchar a la gente y recuperar la credibilidad, se cierra la Tertulia HQL, que resalta las vías alternas que han creado distintos medios venezolanos en su lucha contra la censura y la desinformación.