Foto Liza López
Las vecinas de esta comunidad popular de Caracas aprendieron a zurcir una de las alternativas para superar la #PobrezaMenstrual en un taller presencial organizado en alianza entre Historias que laten, El Bus TV, el grupo Parir con placer y el Centro Comunal Don Bosco. Es la primera de una serie de actividades off line del especial Mujeres que rompen la regla para que las venezolanas puedan gestionar dignamente su higiene menstrual
Mientras ordenaba los recortes de las telas estampadas con las que armó su toalla sanitaria reciclable, Nancy Gónzalez dijo que con esta alternativa podrá ahorrar mucho dinero porque con la crisis económica que afecta a Venezuela, es muy difícil comprar compresas desechables todos los meses. Sobre todo, destacó que aprender cómo coserlas le permitirá enseñarles la técnica a otras mujeres, incluyendo a las de su familia.
—Mi hija vive en Ruiz Pineda, otra zona popular de Caracas. Me voy a llevar este patrón de costura para allá para así poder enseñarle a ella y a otras personas de su comunidad cómo se hacen estas toallas, para que ellas también lo puedan aprovechar —comenta Nancy.
Foto Carla Contreras
El primer domingo de agosto, el comedor del Centro Comunal Don Bosco de Chapellín, situado en el corazón de este barrio al centro-norte de Caracas, se convirtió en un salón de costura para 33 mujeres, entre niñas, adolescentes y adultas de esta comunidad. En el primer taller que inicia la serie de actividades de Mujeres que rompen la regla, organizado por Historias que laten en alianza con el Bus TV, las participantes se iniciaron en la confección de toallas sanitarias de tela, una de las soluciones para hacerle frente a la pobreza menstrual que padecen 9 de cada 10 mujeres en Venezuela, según datos de la ONG Avesa.
El taller fue conducido por América Villegas y Carmen Moreno, facilitadoras y doulas de Parir con placer, iniciativa que brinda acompañamiento psicoemocional a las mujeres venezolanas durante el embarazo, formación en derechos sexuales y educación menstrual.
Antes de comenzar a zurcir las compresas de tela, las profesoras recordaron en qué consiste el ciclo menstrual y cómo incide en los cambios que vive el cuerpo femenino todos los meses. También guiaron una meditación para reflexionar sobre la importancia de conectarse con el cuerpo y así asumir la menstruación sin estigmas.
Foto Arantxa López
La iniciativa que lideran América y Carmen fue una de las historias publicadas en el especial Mujeres que rompen la regla, una investigación periodística que visibiliza cómo distintas acciones sociales han logrado minimizar la crisis asociada a la gestión menstrual y han transformado, para bien, la vida de cientos de venezolanas. Este proyecto contempla, además de la difusión del trabajo en el portal de Historias que laten, promover las soluciones allí recopiladas directamente en varias comunidades de Caracas, en alianza con el Bus Tv, con la meta de que puedan replicarse.
Parte del contenido audiovisual del especial fue compartido con las participantes para explicar el contexto de la pobreza menstrual en el país. Este formato de difusión offline fue diseñado por Historias que laten en los laboratorios de la Fundación Gabo y Solutions Journalism Network con el apoyo de Tinker Foundation.
Yudith Soto, directora del Centro Comunal Don Bosco, fue la encargada de convocar a cada participante. Comparte el orgullo de cómo los espacios en los que a diario se alimentan, gratuitamente, alrededor de 200 personas de Chapellín, se convirtieron por unas horas en un lugar de dignificación para la mujer.
—Este centro fue fundado en 1961 por monjas de la Congregación de María y desde entonces ha estado abocado al servicio de la comunidad. Por eso fue muy gratificante ver la emoción y entrega de las participantes para aprender algo que es tan esencial en estos momentos. Sin duda esto se va a convertir en un aprendizaje de gran provecho tanto para ellas, como para su entorno —dice Yudith.
Foto Liza López
Carmen Moreno, facilitadora de Parir con placer, resalta la importancia de este tipo de encuentros para resignificar la menstruación y educar en materia de salud reproductiva.
—Solíamos utilizar productos desechables para administrar nuestro período, con químicos que nos enferman y dañan el ambiente. Usar esta alternativa reciclable es una manera ecológica y saludable de reconocer el ciclo menstrual como una energía creadora de la vida —insiste Carmen.
Aunque Dayana Castillo había escuchado sobre la confección de toallas sanitarias ecológicas, nunca había visto de qué se trataban hasta la llegada del taller.
—Me encanta este aprendizaje que hemos tenido para la confección de nuestras propias toallas, no solo por el ahorro de dinero y por la comodidad que implica, sino porque es hora de pensar en el planeta. Estamos generando demasiada basura y este es otro granito de arena que podemos aportar para el cuidado ambiental.
El encuentro finalizó con la promesa de organizar nuevas sesiones de aprendizaje sobre formas más amables de gestionar la higiene menstrual. La meta: que más mujeres logren #RomperLaRegla.
Foto Arantxa López
Este taller forma parte de las acciones de difusión off line del especial Mujeres que rompen la regla: soluciones para la pobreza menstrual producido en el programa Laboratorios de Periodismo de Soluciones de la Fundación Gabo y la Solutions Journalism Network, con el apoyo de Tinker Foundation, instituciones que promueven el uso del periodismo de soluciones en Latinoamérica.