por Marcy Alejandra Rangel | Mar 10, 2013 | Crónicas, Destacados
Es un miriápodo con cientos, miles de patas. Primero son cuatro. De pronto son diez. Dos segundos después, son veinte personas. Y se multiplican vertiginosamente. Todas vestidas con franelas rojas y tomadas por la cintura, como si fueran a hacer el trencito de la Hora...