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Tras las santamarías tricolor de un viejo galpón en la parroquia Santa Teresa del oeste de Caracas, se hace política y se aprende a golpear. En la planta baja, la Fuerza Motorizada, otrora Círculos Bolivarianos de Motorizados, debate las prácticas socialistas de su oficio en sillas de mimbre. Arriba, donde se añejan ejemplares de los discursos de Chávez y Bolívar, hombres y mujeres suben al ring para aprender el arte de dar puños, de la mano de un bolivarense que fue monarca del peso ligero mundial hace treinta y dos años: José Ernesto «El Gato» España.

A este lugar, llamado Escuela de Boxeo Simón Bolívar, asisten quienes quieren hacer ejercicio, pero hay otros, como los hijos del entrenador, que se preparan para ser campeones. De hecho, peleadores de esta escuela han noqueado en encuentros extraoficiales a los campeones de Venezuela y del ALBA. Se podría pensar que tienen la gloria en sus manos, pero no. Hace falta patrocinio para hacer brillar el talento.
Este trabajo fue realizado durante el taller de Fotocrónica dictado por Iván González y convocado por Revista Marcapasos, en su serie de talleres Historias que laten. La curaduría de la fotogalería estuvo a cargo de Iván González.