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Cumplimos con informarlo, aunque sea nuestro penoso deber, pero este año, la programación para los días santos le restará protagonismo a Mel Gibson, Martin Scorsese y al legendario William Wyler. Las pasiones y tentaciones de Cristo, y hasta la insuperable carrera de Ben Hur, tendrán que cederle paso a un drama contemporáneo tomado de la vida «mesma», producido por la Comunidad Cristiana Vida Nueva. En un intento por abrir el debate acerca de la existencia de ese lugar de tormentos eternos que castiga a los pecadores, el video Infierno, ¿verdad o mentira?, presentado en dos entregas de 6,24 y 7,48 minutos respectivamente, nos empuja más hacia otra inquietud, global por demás: ¿por qué, Señor, el noventa por ciento de los mensajes cristianos tienen que ser tan mal hechos, estereotipados, panfletarios, y cuuursis?

En algún lugar de Hamburgo, Alemania, un grupo de jóvenes latinos protagoniza una saga crística que termina en una trágica lección. O por lo menos esa era la intención… Luis, hermano de Melissa, es la típica oveja descarriada que, influenciado por las malas juntas, se entrega a la vacuidad de una vida sin Dios, a un presunto desenfreno de sexo y alcohol, que en dos capítulos apenas alcanzamos a deducir. Hay que decirlo: Ronald, que es el que hace de Luis (a la final no importa), es malaaazo como actor, al igual que sus otros compañeritos. Melissa, fiel devota del ministerio, trata de convencerle de que se redima, porque si no, las llamas eternas del averno aguardan por él. Sólo burlas y desprecio consigue con su prédica la hermana fastidiosa. Luis sigue en su nota descocada, y llega al escándalo de levantarle la novia a su mejor amigo. Preso de la ira y con su virilidad herida, Pepe le mete un tiro a Luis. La excusa: la ignorancia total. Luis no sabía lo que estaba haciendo cuando besuqueó a la mujercita, y Pepe no sabía lo que estaba haciendo cuando sacó el arma y mató a Luis.  Tremendo guión. Sin embargo, el momento cumbre de la historia lo constituye la agonía de Luis en brazos de Melissa.

En sólo 2,15 minutos Luis se va para el infierno, regresa, lo describe, asusta a sus amigos y se arrepiente; se va y parece que ahora sí se murió; regresa otra vez, describe el cielo y le deja la misión a su hermana de continuar difundiendo el mensaje del Todopoderoso; finalmente muere. Parlamentos hilarantes.

Como la filmación es tan perfecta y el fuera de sincro casi no se nota, Infierno, ¿verdad o mentira? finaliza con unos cuantos minutos de bloopers. Además de la sacrílega redundancia, no comprendemos la intención del chiste tras tanto dolor. Y todavía hay gente que pregunta dónde pueden descargar la serie completa. Por diox, señores, ¡fin de mundo!