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La urbanización Los Palos Grandes se ha convertido en una galería de arte urbano. Con el proyecto que impulsa Doménico Helmeyer, Los Palos Grandes de noche, han pintado 26 murales de distintos artistas. Más allá de embellecer las paredes, el objetivo es unir a los vecinos, crear identidad y alegrar la vida de todo aquel que lo vea

Foto Carlos Bello

En la avenida 4 de Los Palos Grandes, en el edificio Alemán, hay una pared que parece tejida. Está pintada con varios colores que se combinan entre ellos a través de líneas verticales y cuadrados. Parece el diseño de una tela que sobresale del edificio y se mueve a medida que uno se va acercando al lugar.

En una semana una pared deteriorada pasó a convertirse en una obra inspirada en el arte textil.
Este es el mural más reciente realizado por LPGdenoche, se llama Policromía y fue diseñado por el artista plástico Reymond Romero.

–Me inspiré en obras reales de 60 por 60 centímetros en textil hechas por capas. Llevamos lo tridimensional a lo bidimensional pero con el efecto como si saliera de la pared. Me encanta la idea de hacer algo por la ciudad. Este formato en el exterior es otra experiencia, yo trabajo con textiles y vivo encerrado como una abuelita y trabajar al aire libre e interactuar ha sido relajante. Además de que la oportunidad de exhibir tu trabajo así, en la calle, es increíble.

Los Palos Grandes de noche nació en el año 2019 cuando se organizó el aniversario número 90 de Los Palos Grandes, una urbanización que se encuentra en el municipio Chacao, estado Miranda, al este de Caracas, Venezuela.

Doménico Helmeyer tenía como objetivo crear un espacio en el que todos los vecinos pudiesen compartir y recuperar la noche, perderle el miedo y llenarla de vida.

–La noche se volvió algo llena de temores, de miedos y teníamos que buscar la fórmula de que se pudiera rescatar, que el ciudadano pudiera tener vida de noche –comenta Doménico.

–La noche se volvió algo llena de temores, de miedos y teníamos que buscar la fórmula de que se pudiera rescatar, que el ciudadano pudiera tener vida de noche –comenta Doménico.

Se hizo la actividad en tres calles de la urbanización. Había música, gastronomía, tertulias, alegría y el nacimiento de una iniciativa: Los Palos Grandes de noche (@lpgdenoche). Tres meses después se creó un proyecto llamado Viviendo el cinetismo para hacerles un homenaje a artistas como Alejandro Otero, Cruz-Diez, Jesús Soto y Juvenal Ravelo.

Durante tres días se logró lo que se plantearon: pintar las paredes que tuviesen grafitis, mensajes obscenos, o que estuviesen en calles oscuras y espacios llenos de basura. Surgieron cuatro murales.

–La gente veía algo bonito desde sus balcones, se creó un mensaje llamado esperanza –cuenta Doménico. Recibieron mensajes de la gente tomándose un café en el balcón de su apartamento mientras veían el nuevo mural que tenían al frente.

Decidieron seguir recuperando paredes en las zonas más deterioradas y donde los vecinos de los edificios no tuviesen suficientes recursos económicos. Hablaron con personal de la Alcaldía de Chacao y el alcalde aceptó; enviaron 15 cartas para conseguir patrocinantes y solo recibieron respuesta de Pinturas Venex.

En el 2020 llegó la pandemia pero el trabajo no se detuvo.

En el 2020 llegó la pandemia pero el trabajo no se detuvo.

–No podíamos estar encerrados en la casa todo el día. Aceptamos la nueva realidad y trabajamos con medidas de bioseguridad, manteniendo distancia, con orden y siempre cuidándonos –dice Helmeyer.

Así lograron pintar 26 murales en la urbanización lo que equivale a dos horas y media de recorrido a pie.
Se pueden ver figuras geométricas, al beato José Gregorio Hernández, cinetismo, mandalas, alas para volar y una lluvia de colores para seguir disfrutando de la ciudad.

 

Un mural en cada pared

El equipo de LPGdenoche está integrado por 19 personas, entre ellas hay amas de casa, diseñadores gráficos, diseñadores industriales, estudiantes de arquitectura, odontólogos, etc.

–Eso nos ha ayudado a integrarnos y demostrarle al ciudadano que unidos podemos transformar.
El trabajo que hacen no recibe remuneración económica pero no aceptan pintar murales en otros municipios aunque ya les han pedido varias veces que lo hagan.

–Nosotros queremos que esto sea un proyecto que se replique. En otros municipios y urbanizaciones hay líderes vecinales, diseñadores, artistas y gente dispuesta a trabajar no pueden esperar que llegue un mesías a resolver, queremos que ellos mismos creen identidad, apego, sentido de pertenencia así como nosotros lo hicimos.

Doménico comenta que la idea no es solo embellecer sino crear un espacio de encuentro, hacer la ciudad más humana, darle cariño a través del arte y rescatar los colores que se han perdido.

–Les damos espacio a artistas para que expongan su arte, hay tendencias de colores y formas que se han multiplicado. Ya lo vemos en Baruta, Petare, Sucre, incluso en otras ciudades. Nos sentimos orgullosos de que nos hayan catalogado como “la primera galería permanente de arte urbano venezolano”.

Trabajan con toldos reciclados, pinceles donados, la hidratación que le dan en algunos locales y todo el apoyo de vecinos, alcaldía y comerciantes. Antes ellos ubicaban las paredes que iban a pintar, ahora los mismos vecinos los llaman para que hagan los murales.

Trabajan con toldos reciclados, pinceles donados, la hidratación que le dan en algunos locales y todo el apoyo de vecinos, alcaldía y comerciantes. Antes ellos ubicaban las paredes que iban a pintar, ahora los mismos vecinos los llaman para que hagan los murales.

–Les preguntamos si tienen la capacidad de frisar la pared para poder pintarla, si no pueden buscamos a los patrocinantes. Tomamos medidas, hacemos el diseño, lo pasamos a la junta de condominio para que aprueben y ejecutamos la obra. Trabajamos por turnos, días o semanas dependiendo del tamaño del mural. A veces se toma una semana y otras veces un mes. Cada vecino cumple una función, en cada mural trabajamos catorce personas que siempre estamos activas y otros cinco que se rotan, pintamos de 9:00 de la mañana a 9:00 de la noche. La vez que pintamos cuatro murales simultáneos tuvimos a 120 voluntarios pero actualmente por temas de COVID-19 no aceptamos a cualquier persona que quiera colaborar, solo trabajamos los 19 de siempre. Entre esas 19 personas se encuentran las muchachas de Mandala Callejero.

 

El mandala se improvisa

Mandala Callejero es un grupo de cinco mujeres, todas de Los Palos Grandes y que pertenecen a la movida de LPGdenoche. Patricia Montero, Sylvie Donis, Gina Gottesheim, Mariel Briceño y María Gabriela Briceño se encontraron durante las protestas de 2017 y de forma espontánea se unieron en una protesta pacífica. Con tizas hicieron mandalas en la autopista y les gustó la experiencia.

 –Nosotras somos amigas, llevamos a nuestros hijos al mismo colegio, Mariel y Gaby son hermanas. Fue casualidad que nos gustaran los mandalas pero sí somos muy activas y ya conocíamos a Doménico como vecino y activista. Él nos invitó a pintar un mural en la 11 transversal para el aniversario de Los Palos Grandes y desde ese momento ya llevamos cinco pintados y cuatro que se están planeando –cuenta Patricia.

Sus murales no tienen boceto final porque el mandala se improvisa. Hacen lluvia de ideas y pueden terminar en un día o en un mes dependiendo de qué tan grande sea la pared. A veces las contratan para que pinten en espacios privados. María Gabriela comenta que les escriben para formar parte del grupo pero prefieren mantenerse solo las cinco.

Sus murales no tienen boceto final porque el mandala se improvisa. Hacen lluvia de ideas y pueden terminar en un día o en un mes dependiendo de qué tan grande sea la pared. A veces las contratan para que pinten en espacios privados. María Gabriela comenta que les escriben para formar parte del grupo pero prefieren mantenerse solo las cinco.

–Ya tenemos cuatro años juntas y conocemos fortalezas, debilidades, tenemos nuestro ritmo. Además que hay espacios muy pequeños y por la pandemia preferimos mantener la seguridad. Es un escape de buenas vibras, liberar estrés, saber que la comunidad también lo disfruta, haces algo positivo por el lugar en el que vives, ver nuestras calles, apreciar los murales, lo disfrutamos.

Para Doménico la urbanización ha cambiado, hay más vida. Se siente como un espacio turístico, la gente va a tomarse fotos, los colores de los murales son parte de la identidad porque se toman en cuenta las tiendas y edificios, se incorpora a la urbanización.

–Es otra forma de ver la ciudad, de vivir en Caracas. No es solamente vivir en un espacio físico, es tomar la calle. Tomar las riendas. Nos olvidamos de los grises, no hay que sucumbir ante el concreto. Dejamos de ser pobladores para ser ciudadanos. Nos llenamos el alma y transformamos.