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Los cronistas de Historias que laten se unieron a #Itinerando, un festival impulsado por Collectivox para movilizarse de manera sostenible por Caracas con el reto de redescubrir su patrimonio, retratar nuevas postales y relatar historias mínimas de nueve recorridos de extremo a extremo de la ciudad, desde Catia hasta Petare.

Nuestros cronistas hicieron dupla con fotógrafos para explorar la capital a pie, en bicicleta y en traslados compartidos y así documentar experiencias que impulsan la cultura y movilidad sostenibles.

Celebramos esta alianza para regalarle a nuestros lectores y a la ciudad estas nueve crónicas que cuentan, desde distintas velocidades y miradas singulares, la memoria urbana caraqueña.

CATIA-23 DE ENERO 


La gran avenida Sucre de #Catia revela sus tesoros a medida que el autobús apodado por los caraqueños el #recogelocos transita la vía. La ubicación estratégica de este sector de más de 1 millón de habitantes que sirve como puerta de entrada a #Caracas desde el Litoral, genera un incesante movimiento comercial e industrial. 

En un punto del camino, María Gabriela comenta emocionada — ¡Allí vivían mis tías! Esa casita me trae recuerdos de infancia.  
Esta entrañable observación evidencia el devenir de una urbanización, que en virtud del boom petrolero surgido a mediados del siglo XX, pasó en un abrir y cerrar de ojos, de las casitas de patios internos a los bloques multifamiliares que encuentran su máxima expresión en la parroquia #23deEnero. 

El autobús estaciona frente a la Plaza Sucre. Desde allí se inicia un recorrido a pie en el que los sentidos son puestos a prueba. Imposible dejar de asombrarse ante la colorida escultura de Alejandro Otero, los interesantes rasgos del Teatro Catia o el verdor del Parque del Oeste.
El alegre bullicio característico de los catienses, así como la pulsión que se siente al “patear” la calle y conversar con los vendedores de frutas, de chicharrón crocante o de papelón con limón, produce una grata sensación. 

El momento emblemático del itinerario queda evidenciado al subir las escaleras del bloque quince del 23 de enero y acceder a la azotea. La vista panorámica que regala este lugar logra cortarnos el aliento.

Hacia el sur, nos escoltan los 56 bloques restantes, que como colosos atemporales resguardan las vivencias de una valiosa comunidad que ha logrado forjarse a sí misma superando las adversidades. Por el norte, el Ávila nos saluda haciendo una franca promesa de redención y esperanza. Bajamos de allí con el corazón henchido y el sentimiento de que algo ha cambiado para bien en cada uno de nosotros. 

Todo en Catia invita a hacer una reflexión ciudadana sobre la necesidad de integrarnos, de hacer sinergia y volver a encontrarnos con nuestra verdadera identidad caraqueña.

✍️ Texto: Isabel Elena Manrique @ositarocks

📸 Fotografías: Manuel Díaz @manudiaz.p

🧐 Mentoría y edición: Liza López @historiasquelaten

🗣 Itinerario guiado: @cscen365

👷 Producción: @collectivox

PARQUE EL CALVARIO 

Después de una lluvia incipiente, el sol del trópico sale de nuevo y #Caracas llena el cielo con un azul desnudo, despojado de nubes. 

Desde la salida del Bicicafé en la avenida Bolívar, empezamos a pedalear por la ciclovía en dos filas paralelas. Por momentos, parece que fuésemos parte de un mismo sistema, un solo vehículo de 50 ruedas que se desplaza uniforme por el centro de la ciudad. 

Mientras los pulmones empiezan a llenarse de aire, en el asfalto pasa una camionetica con una rumba de salsa a todo volumen: “San Martin, San Martin, móntense, móntense”.

Caracas no es Ámsterdam ni Copenhague. No tiene fama en el mundo ciclístico que la preceda, pero si un encanto difícil de traducir.

La ciudad requiere que uno aprenda ciertos códigos y ponga en marcha todos los sentidos para disfrutar de su impredecibilidad.

Al llegar a la altura del pasaje Zingg nos detenemos por un momento y volvemos brevemente a los años 50. Las primeras huellas de modernidad en los edificios, aún cautivan con sus guiños del siglo XX.

Un señor canoso con las manos cargadas de frutas, se queda mirando nuestra caravana y grita desde lejos: “Que Dios los bendiga a todos pues”.

Esa belleza de lo inesperado suele colarse en cada calle, el encanto que no se explica, pero se vive.

Una última subida determinante nos separa del #ParqueElCalvario, el impulso de las piernas nos pone en frente de los 88 escalones empinados.

Esa escalinata sólida es tan solo la fachada de la verdadera aventura. Detrás de esas escaleras hay un olimpo de héroes e historias que se van develando mientras vamos pedaleando.

✍️ Texto: Melianny Pérez @meliannyperez

📸 Fotografías: Stephanie Marcelot @vitamarcelot

🧐 Mentoría y edición: Liza López @historiasquelaten

🗣 Itinerario guiado: @descapadaturismo

👷 Producción general: @collectivox

EL SILENCIO

La memoria corporal como activadora de los recuerdos.

—Si te portabas bien, los domingos te traían a las escaleras mecánicas del pasaje Zingg, dice Fernando De Stefano, desde la acera de enfrente en la avenida Universidad.
Conmovido con el pasado y reviviendo su recuerdo, Fernando se detiene para admirar la estructura que en los años 50 se convertiría en el centro comercial más lujoso de la ciudad. Su memoria corporal evoca momentos de su infancia que lo hicieron feliz.
—El pasaje Zingg es un emblema de #Caracas. Su particularidad está en tener las primeras escaleras mecánicas de Venezuela y son de madera.
Este pasaje comercial con estilo parisino, dividido en dos plantas que comunica al Norte con la avenida Universidad y al Sur con la avenida Este 6, se concibió como uno de los primeros edificios antisísmicos de #Caracas y se inauguró el 6 de mayo de 1953 con las 40 tiendas más lujosas de la capital.

—Cuántas veces pasé y dejé de ver -dice Sheila Vargas al contemplar el mural de Guayasamín “El hombre americano”, ubicado en la plaza Caracas.

Para Sheila andar a pie por la ciudad es una nueva forma de vivirla, es la posibilidad de reencontrarse con los recuerdos y ver cosas que antes no se habían visto. 

—Traté de que la bolsa de basura que estaba a un lado del mural no saliera en la fotografía. Me acerqué para quitarla pero era mucha -comenta con tristeza.
Fernando y Sheila son dos de los participantes del itinerario #ElSilencio-La Candelaria, convocado por Collectivox en alianza con Soy Tu Guía, en el marco de #Itinerando, Festival de Recorridos Urbanos Sostenibles.

✍️ Texto: Martha Eloína Hernández @laquecuentahistorias

📸 Fotografías: Jacqueline Ruiz @jacky_fotografias

🧐 Mentoría y edición: Liza López @historiasquelaten

🗣 Itinerario guiado: @soytuguiave

👷 Producción general: @collectivox

LOS CAOBOS

Una veintena de ciclistas avanza en filita por la ciclovía interna que bordea el
#ParqueLosCaobos. Desembocan ante los titanes de cemento de la Fuente Monumental
Venezuela y, como lo hacían sus ancestros en torno a una fogata, se colocan
alrededor de un megáfono que, hipnotizándolos con una cápsula sonora, les hace viajar al tiempo en que aquel paseo arbolado era el límite de la ciudad.
Tan diversos son los miembros de esta tribu temporal, como las bicicletas en las que van: una madre con su hijo de unos 10 años, en una tándem prestada; un mecánico bonachón con su perrito, subidos en una bici eléctrica con porta mascotas incluido. También hay un grupo de amigos universitarios sobre ruedas más convencionales, junto a un par de ciclistas deportivos enfundados en malliots.
En jeans y bici de paseo van unos promotores del ciclismo urbano, defensores de que no necesitas de indumentaria o equipo especial para usar la bici como medio de transporte.


El conjunto refleja distintas maneras de abordar la relación entre la bici y la ciudad, pero todos responden al llamado de #Itinerando, festival de recorridos urbanos sostenibles. A propósito del aniversario de #Caracas, este circuito propone explorarla en bicicleta para apreciar su patrimonio brutalista, atravesando el eje cultural del centro de la ciudad, bajo la guía de Sampablera y Cosmo Brutal.
Y es que, desde la velocidad a la que te desplazas, el semáforo que te regula, la espontánea danza con los peatones en ciclovías y cruces, hasta las necesarias señas para comunicarte con los conductores… ¡todo se convierte en pequeños gestos que te conectan con el otro y con el contexto que comparten! Andar en bici es, de cierta manera, sincronizarte con la ciudad.

✍️ Texto: Adriana Romero @adriromerosilva

📸 Fotografías: Antonio Chinea @axnonim

🧐 Mentoría y edición: Liza López @historiasquelaten

🗣 Itinerario guiado: @sampablearte + @cosmobrutal

👷 Producción general: @collectivox

SABANA GRANDE

Sabana Grande es el punto de inflexión de #Caracas, de allí partes hacia el Este o hacia el Oeste. Ese bulevar que atraviesa las calles como un río va de la mano con el paisaje original de la zona: en 1743, las veredas del río Guaire servían de zonas de descanso para los caraqueños que iban a echarse un baño después de una semana de trabajo en el centro de la ciudad. 

La transformación de #SabanaGrande no ha parado. Desde 1852, cuando fue elevada a parroquia, pasando por 1912, con el tranvía que recorría Caracas de punta a punta, hasta 1960 cuando tuvo su gran esplendor. Hoy caminar por sus calles es una experiencia arqueológica. Puedes ver anuncios comerciales de los años 60 que están al lado de pantallas LED de última generación. Locales comerciales que han ocupado los espacios de los que eran los cines más populares de Caracas. Vestigios de centros comerciales que fueron derrumbados por los trabajos de construcción del Metro de Caracas, que iniciaron en 1975. De esa época de lujos, solo quedan las anécdotas.

En la actualidad, es un lugar popular, lleno de gente por todas partes que van a comprar celulares en sus cientos de tiendas de tecnología. También están los que van a pasear y a comer helados gigantes de dos dólares, y los que solo lo transitan para llegar al otro lado por razones de trabajo, no tanto de placer. La diferencia se nota en el ritmo de los transeúntes. Hay unos que van rapidísimo y otros que se toman su tiempo para degustar cada gota derretida de ese helado.

Ese trayecto además cuenta con criterios de accesibilidad universal: Anchas aceras casi ininterrumpidas con un relieve diferente para que las personas con discapacidad visual puedan transitarlas de forma segura. Un proyecto, sin embargo, que no está en las condiciones más óptimas, pero que aún sigue transitable para todos.

✍️ Texto: Keyla Brando @kristhinab

📸 Fotografías: Ricardo Márquez @ricardod89

🧐 Mentoría y edición: Liza López @historiasquelaten

🗣 Itinerario guiado: @caminandoporcaracas

👷 Producción general: @collectivox

CAMPO ALEGRE

Del #TokiEder solo queda un trozo de fachada. De aquella edificación de tres niveles, rematada con techos a dos aguas; de ese «hermoso lugar» –traducción al español de su nombre vasco– solo hay un cascarón, un vestigio de volutas y cornisas, un recuerdo manchado con grafitis, unas marquesinas desmanteladas. 

El guía LuisRa Bergolla se detuvo frente a él porque sabe que en ese punto patrimonial que une la #PlazaBrion de Chacaíto con la entrada de la urbanización El Rosal, en Chacao, pronto no quedará nada de lo que Miguel Salvador Cordón diseñó en los años 40.

«La foto que están tomando aquí va a ser temporal. Va a ser una foto para la memoria porque esto va a desaparecer pronto», advirtió Bergolla, mientras se colaba el sonido de una moto y los gritos de un colector de autobús que anunciaba la ruta hacia El Cafetal y Santa Paula.

Esas palabras marcaron una constante en este itinerario: la pérdida. Los siguientes pasos irán hacia construcciones que aun resisten, pero también por aquello que estuvo y ya no está; por la historia del arquitecto Manuel Mujica Millán y la concepción de la urbanización #CampoAlegre, donde combinó ramblas arboladas que hoy comparten espacio con bustos y monumentos; edificaciones neobarrocas como la capilla de Nuestra Señora del Carmen y sus arcos pintados que simulan relieves; y las cada vez más ausentes quintas de líneas modernas, de cortes geométricos, que aún pelean por detener el paso del tiempo, el olvido y el capital.  

Horas después del paso por el “Toki Eder” y frente a una vivienda que diseñó el mismo Mujica MiIlán, Bergolla lanza otra admonición: “en estos momentos, una casa en venta significa que está próxima a ser demolida para construir una al gusto del nuevo dueño”.

✍️ Texto: Lorena Meléndez @loremelendez_

📸 Fotografías: Manuel Díaz @manudiaz.p

🧐 Mentoría y edición: Liza López @historiasquelaten

🗣 Itinerario guiado: @ccsen365

👷 Producción general: @collectivox

ALTAMIRA

Caminar desde #Altamira hasta Los Dos Caminos, desde la perspectiva de un peatón paciente, fue un ejercicio de gran descubrimiento para todos, cada quien en su interpretación y estilo. La palabra #Itinerando se encargó de darnos el enfoque correcto de aventurarnos en un acto de descubrir pistas. Y mientras lo hacíamos, era como armar un rompecabezas con nuestras memorias — que algunos teníamos — junto a las anécdotas de nuestros compañeros de ruta y los datos de la investigación de nuestro guía. 

Ese sector del Este de #Caracas es, como otros, un libro abierto. Nos fuimos atrás en el tiempo como los viajantes que iban por la carretera del Este conversando imaginariamente con los trabajadores de esas tierras y haciendas y luego con los grandes urbanizadores de los años 50 y 60, citados con precisión por el arquitecto Orlando Marín, líder de Arquitour Chacao y acompañado del equipo de Cultura Chacao @culturachacao.

No es solo las líneas, formas, colores y estructuras. Es lo humano que lo hizo posible, la genialidad de creadores como Domínguez, Alcock, Heufer, Jebens o Gorecki. Muchos de ellos inmigrantes que se enamoraron de esta tierra de gracia que habitamos y nos legaron sus aportes en el diseño arquitectónico, universal y cosmopolita. 

Tan buenos y reconocidos fueron sus trabajos que, aun cuando sus edificios ya tienen más de 6 décadas, dan una dura batalla contra el tiempo, permaneciendo bien conservados. Esto se debe a quienes los habitan; ellos defienden su patrimonio local como nadie. Ese es el secreto principal para que estén así.

Dos Caminos, dos vías, dos opciones… Pertenecer o abandonar; conservar o rediseñar espacios. Decisiones y miradas para comprender mejor a Caracas y vivirla con amor y placer, justo como se merece.

✍️ Texto: Sheila Vargas @sheemprende

📸 Fotografías: Marianto Jordan @mariantojordan

🧐 Mentoría y edición: Liza López @historiasquelaten

🗣 Itinerario guiado: @arquitour_chacao

👷 Producción general: @collectivox

PARQUE DEL ESTE

Seis de la tarde. La luna llena se alza en el fondo celeste, nos acompaña hacia el #LagoSur, donde ya están recogidos los barquitos de pedal en la orilla. 

El #ParquedelEste, inaugurado en 1961, se caracteriza por sus ensortijados caminos diseñados por el genio Burle Marx, para que cada caminante tuviera siempre la visual de los verdes paisajes.

El grupo sigue la marcha. De pronto un estruendo impresiona a todos.

– ¿Pero qué es eso?

El inusual volumen causa asombro. Las copas de los árboles que arropan la vereda no dejan ver lo que ocurre adelante. 

Una explosión de aves volando en el cielo se abre entre las palmas. Como trescientas, quinientas, ¡mil! Son tantas que no se escucha otra cosa que no sea la masa de trinos, cantos y berrinches. Todos quedan atónitos ante el escándalo. 

Guacamayas, loros, pericos cara sucia, verdes y aliamarillos, garzas y más. La fauna aviar del parque da una fiesta colorida. Vuelan en bandadas formando nubes movedizas que se estiran y comprimen. Llegan de todos lados, y se mueven cual cardumen al viento, haciendo trazos sobre el crepúsculo. Otras posadas sobre las hojas de las palmas, juguetean, se persiguen, se acurrucan entre sí. Las garzas reales llegan al gran bucare batiendo sus alas con elegancia. 

Aquella escena se refleja en la laguna de brillo sereno. El atardecer se apaga. El bochinche aviar ya no ensordece, es ahora una melodía que invita al reposo. Nos sentamos en la grama fresca de la loma. Los niños corren aprovechando los últimos segundos de luz. 

Los guías de Caminatas Conscientes habían mencionado más temprano la importante y numerosa reserva de aves que existe en este oasis caraqueño. El grupo comparte plácido el último momento del #ItinerarioParquedelEste, lleno de contentura y gratitud.

✍️ Texto: Ernesto Rodríguez @ernestorro90

📸 Fotografías: Will Herrera @kwillherrera

🧐 Mentoría y edición: Liza López @historiasquelaten

🗣 Itinerario guiado: @caminatasconscientes

👷 Producción general: @collectivox

LOS DOS CAMINOS-PETARE

Recorrer el casco histórico de #Petare un domingo en la mañana es caminar por calles empedradas siguiendo un itinerario muy ajustado. 

Es descubrir los cuadros de Tito Salas en la iglesia Dulce Nombre de Jesús, pero también es quedarse con las ganas de apreciar la lápida mortuoria de una prima del mariscal Sucre, enterrada en el mismo templo cerca del Santísimo, porque llegaste en plena misa. 

Conocer Petare contrarreloj es entrenar el ojo para apreciar varios detalles a la vez: el colorido de sus casas coloniales y los niños correteando por la Plaza Sucre, donde se mezclan en un mismo compás los ecos del hossana que cantan en la iglesia con el ritmo de un vallenato a lo lejos. 

En esa misma plaza, Fernando tocó su cuatro para nosotros, mostrándonos cómo suenan los «Aires de Petare», una canción que él mismo compuso.

Andar por Petare mientras te narran sus historias es sumergirse en la cotidianidad de su gente; interactuar con los vecinos que se acercan interesados a escuchar el cuento y compartir sus propias versiones, algunos se dejan retratar y otros te miran con suspicacia.

Buscar cultura en Petare es contemplar las obras de arte popular en el Museo Bárbaro Rivas y compartir la emoción de Alexandra, una compañera del paseo, por conocer finalmente un lugar que solo había visto en fotos. 

Al mediodía fuimos a comer “golfiaos” donde Fran Suárez, quien cuenta muy bien la historia de este dulce petareño y cómo representa cabalmente al gentilicio por su contraste de sabores dulces y salados. 

Doraditos, bañados en papelón y coronados con una rebanada de queso de mano, así están los “golfiaos” cuando pasan del horno a los platos, que Fran sirve a los visitantes diciendo:

—Ustedes recorrieron Petare, vieron las cosas de Petare, tocaron Petare y ahora van a comerse a Petare en un bocado. 

✍️ Texto: Kevin Meleán @kevmelean

📸 Fotografías: Antonio Pérez @antonioperezphotos

🧐 Mentoría y edición: Liza López @historiasquelaten

🗣 Itinerario guiado: @fundhea

👷 Producción general: @collectivox