En pocos días, la cotidianidad caraqueña fue trastocada por el virus que le hace jaque al mundo.
El 13 de marzo anunciaron los dos primeros casos. Compras nerviosas, aglomeración. Muchas personas en un mismo espacio intercambiando gotas de saliva sin protección ni cuidados. Justo lo que se busca evitar ocurría a pocos metros de un hospital de Caracas que no está facultado como centinela para atender el Coronavirus.
—Desde antes de que se declarara la pandemia yo ya había tomado precauciones —cuenta el encargado del cafetín que funciona dentro del centro de salud, que prefiere mantenerse en el anonimato.
Domingo 15 de marzo. Van diecisiete contagios confirmados. Se declararon medidas escaladas de suspensión de actividades escolares, comerciales, culturales, laborales, recreativas y deportivas. Pero muy cerca del hospital hay un montón de personas tratando de abastecerse sin seguir las recomendaciones dictadas por la Organización Mundial de la Salud para frenar los contagios.
—Les exijo a los empleados que se laven las manos después de manipular las tarjetas de débitos o dinero. Los regaño cada vez que se tocan la cara. Tengo dos tobos llenos de agua porque aquí en el hospital hay fallas de suministro. No sé cómo hacen los pacientes.
Quienes concurren el cafetín son en su mayoría familiares de los pacientes. Hasta el lunes 16, cuando la cuarentena era en siete estados del país, el encargado calcula que solo la mitad de los clientes usaba tapabocas. Siente que en la calle hay mucha histeria y dentro del centro hospitalario mucho relajo y, en general, que hay poca preparación para hacer frente a un contagio que viene ascenso.
Martes 17 de marzo. Decretada la cuarentena nacional. Nadie entra ni sale del hospital si no lleva tapabocas. Las calles vacías, sin comerciantes informales y locales cerrados. La preocupación de este encargado del cafetín aumenta porque no logra generar los ingresos mínimos para pagar cuentas. Además, sabe que se está exponiendo constantemente al contagio que se duplica a diario.
Publicado en Instagram el 17 de marzo