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Entre las pequeñas calles de Güiria palpitan corazones vacíos. Sus casas de techos altos y paredes agrietadas cobijan a familias incompletas. Los ojos en aquellas personas de pieles oscuras irradian tristeza. El mar del Golfo de Paria que golpea sus costas todavía oculta los cuerpos de quienes se ahogaron al intentar llegar hacia Trinidad y Tobago.

Desde el 2018 ese pueblo del estado Sucre, ubicado a apenas 85 kilómetros de la isla caribeña, ha sido testigo del zarpe de cientos de venezolanos. Algunos llegaron a salvo. Otros fueron encarcelados por las autoridades trinitenses para luego ser deportados. Y otras 103 personas murieron en el camino, solo entre el año 2019 y 2020. 

Algunas madres en Güiria y otras localidades del estado Sucre todavía esperan encontrar los cuerpos de sus hijos. Mientras tanto, el gobierno trinitense continúa con las deportaciones de refugiados venezolanos. 

Les presentamos esta cronología que muestra la secuencia de esos actos y sus dolorosas consecuencias. 

Investigación y foto: Yohennys Briceño.

Esta es una producción realizada en el marco del curso Puentes de Comunicación II de la Escuela Cocuyo, apoyado por DW Akademie y el Ministerio Federal de Relaciones Exteriores de Alemania. También lleva el sello de la alianza #GüiriaDuele.