Al final de la calle Libertad en Los Robles, en Margarita, unas escaleras pintadas como el teclado de un piano indican el camino hacia el Conservatorio de Música y Danza Alberto Requena, la casa de virtuosos ejecutantes y bailarines de proyección internacional que forman parte de un legado familiar iniciado bajo una frondosa mata de mango.
Esta es una de nuestras #HistoriasConstructivas que suena al compás de una iniciativa de formación musical que nació en esta isla en el Caribe venezolano, como un ejemplo de constancia y mucha armonía. Una serie producida en alianza con Noticias sin filtro
Texto y fotos Ysabel Viloria
Al abrir la puerta del conservatorio comienzan a mezclarse los acordes. Los instrumentos de viento resuenan mientras afinan los de cuerdas en otro de los salones. La percusión hace lo suyo al tiempo que los cantantes vocalizan en su espacio. En un ir y venir, el pasillo se queda pequeño para la cantidad de niños correteando, representantes que acompañan o buscan a sus jóvenes músicos en formación y profesores que con instrumentos en mano intentan llegar a sus salones.
Este es el centro de formación en la isla de Margarita que se constituye como referencia de especialización para músicos con virtudes específicas. La tradición musical del estado Nueva Esparta aquí resuena y se multiplica.
Cuando un talento musical es descubierto y quiere profundizar o potenciar sus habilidades, la respuesta parece coincidir: el conservatorio de Los Robles. Al final de la calle Libertad, en el municipio Maneiro, está una casa de dos pisos con una fachada que coquetea con rasgos coloniales, de color claro, con pasillos estrechos y aulas llenas de niños, adolescentes y adultos. Allí, durante doce años, se han formado intérpretes de talla internacional.
Con la estructura académica tradicional de iniciación, lenguaje musical, historia del arte y lectura musical, hoy el Conservatorio de Música y Danza Alberto Requena recibe a 230 alumnos que asisten bajo la guía de 10 profesores, quienes dictan 16 cátedras para completar la formación musical integral. Los músicos insulares formados aquí destacan por su talento en toda Venezuela y conquistan espacios de prestigio. Los intérpretes del país y algunos extranjeros comparten experiencias, clases, espacios y hasta ejecuciones con los músicos formados y en formación de Los Robles.
Son variadas las iniciativas privadas y públicas, tradicionales y también innovadoras que se dedican a la enseñanza de músicos en los once municipios que conforman la entidad insular. Incluso el Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela tiene seis núcleos donde implementan su modelo formativo. En este ecosistema musical coexisten, se retroalimentan y fortalecen el desarrollo de la promoción cultural de la región.
Las huellas del conservatorio
Sebastián Ramos empezó a tomar clases de canto a la sombra de aquella mata de mango en la que fue casa de los Requena. Apenas escucharon su voz la decisión fue clara. Desde pequeño le dijo a sus papás que él quería cantar, a pesar de que lo acercaron más al mundo deportivo. En 2014, a sus siete años de edad, su papá lo lleva a casa del profe Requena con quien había estudiado bachillerato.
一El profe me dijo que de una vez iba a formar parte del coro. Apenas con pocos meses cantando me anunció que iba a tener una presentación como solista一 celebra con la misma emoción de aquella vez en su debut.
Sebastián pasó por varias corales en el interín de los cambios de administración en la naciente sede de Los Robles. En 2018 coincidió en la cátedra de cuatro del Conservatorio de Los Robles con César Augusto Cedeño y compartieron salones como alumnos. Pero César Augusto avanzó en el cuatro mientras Sebastián afinaba su voz lírica de tenor.
“Ñero demás”, como se identifica porque a los margariteños los mientan así, oriundo de Pampatar, hijo de un músico y rodeado de interpretaciones, César Augusto desarrolló su fascinación por los sonidos del “cambur pintón” y se dedicó a estudiar más allá de las clases que recibió en varias escuelas de música de distintas localidades de la isla.
一Desde mi adolescencia estudiaba bastante. Tuve una pausa en mis clases de música por un año, más o menos, pero nunca me alejé de mi interés por el cuatro. Siempre estuve vinculado, estudiando, buscando por internet. Cuando llegué al Conservatorio de Los Robles asumí un gran compromiso y quise seguir mejorando.
En 2019 participó en el concurso de ejecución de instrumento llamado la Siembra del Cuatro, un evento nacional en el que obtuvo un segundo lugar entre cuatristas de todo el país siendo aún menor de edad. César Augusto además adelanta una iniciativa llamada Nueva Esparta a cuatro cuerdas, con la que dictó clases de cuatro en los once municipios del estado insular para interpretar repertorio típico con el instrumento al que se dedica con pasión. En abril de 2024 ofreció un concierto de cierre de lo que fue su recorrido por la isla.
Thairi Goncálves es una caraqueña, “navegada” (como los locales llaman a quien quedan encantados por la isla y deciden mudarse a ella), llegó al Conservatorio Alberto Requena porque a pulso ha construido una reputación que trasciende esta región. Asistió desde 2019 como músico formado pero siendo espectadora y visitante.
Su formación como baterista la hizo vincularse cada vez más con la institución, de asistir a eventos empezó a tomar clases, ir a ensayos, hasta que se convirtió en una de las profesoras del lugar y actualmente lleva la cátedra de batería.
一Este espacio maravilloso me ha permitido compartir con gente muy talentosa. Además de formar parte como profesora, también me han brindado la oportunidad de ofrecer conciertos y explorar nuevos espacios一 reconoce con agradecimiento.
Frutos de una vida de armonías
En 2012 el Conservatorio de Música y Danza de Los Robles abrió sus puertas y desde entonces ha reforzado la presencia del estado Nueva Esparta en el mapamundi musical. Su fundador Alberto Requena, epónimo de la institución, se dedicó a la enseñanza de la música “desde siempre” como recuerda su hija Belkis Requena, quien asumió como coordinadora general del conservatorio desde 2017. El músico, cornista, y también contador, dedicaba sus ratos libres a compartir sus conocimientos, después de jubilado se entregó por completo a la pedagogía.
一Mi papá convirtió la casa en una escuela de música. Eso siempre estaba lleno de gente recibiendo clases. Más de una vez estaba en mi cuarto y alguien abría mi puerta por equivocación buscando el baño o a mi papá一 recuerda quien ahora encabeza el conservatorio.
Al final de la prolongación de la avenida 4 de Mayo había una casa icónica. Además de una inmensa mata de mango, en esa cuadra estaba la casa del profe Requena. Era tan conocido el gran árbol como los niños sentados en su sombra con un instrumento musical en las manos emitiendo sus primeras melodías, porque la casa ya no era suficiente para albergar a más de cien estudiantes. Su escuela Musicandi creció en integrantes y demandaba una estructura más grande.
Durante años, la escena bajo la mata de mango se repetía al compás de la multiplicación de los nuevos estudiantes que también sobrepasaron la capacidad de su generosa sombra y los espacios internos de la casa.
一Era tanta la gente, que entre toda la comunidad surgió una iniciativa: pedir a la gobernación una sede. Mi papá y Humberto Cazorla que estaba en la Dirección de Cultura de Nueva Esparta, solicitaron formalmente un espacio nuevo para seguir trabajando y creciendo. Afortunadamente tuvimos muy buena receptividad一 dice mientras recrea muchas anécdotas de quien vive en una casa llena de extraños.
La Gobernación del estado Nueva Esparta adquirió el terreno al final de la calle Libertad en Los Robles, de lo que era el bar de Pitoco, y puso en marcha la hechura de la casa de dos pisos que en septiembre de 2012 sería inaugurada como el Conservatorio de Música y Danza Alberto Requena. Solo entre 2013 y 2017 estuvo gerenciada por personas ajenas a la familia Requena.
Desde su apertura, Alberto Requena la encabezó hasta su fallecimiento en septiembre de 2020, a sus 78 años.
一Esta sigue siendo mi casa y las personas que vienen a diario son mi familia一 espeta Belkis sin dudar一. Todos nos conocemos, nos queremos, nos apoyamos. Esto es más que una escuela de música. Lo más importante en la música es que todos los sonidos estén en armonía y así estamos aquí, todos en armonía.
Belkis Requena es flautista. Fue parte de la orquesta típica del estado. Mientras estudió publicidad en Caracas también mantuvo su vinculación con la música. Asumió la coordinación del conservatorio desde 2017 y lo considera una extensión de aquellos inicio en la prolongación de la avenida 4 de Mayo.
Aunque es hija del que impulsó la iniciativa responde sin dudar que tiene cientos de hermanos, reconoce a todos los miembros del lugar como su familia.
Crecer entre aliados
La sostenibilidad del conservatorio reposa en el Instituto de Cultura de la Gobernación del estado Nueva Esparta. Además de aportar el espacio asumen los gastos de nómina y mantenimiento junto a la alcaldía de Maneiro. Sin embargo los recursos son insuficientes para la completa operatividad del lugar.
El conservatorio también acoge una escuela de danza que tiene alianza con el Ballet del Teresa Carreño, donde se forman durante tres años aquí y luego pasan a la sede en Caracas bajo la dirección de la maestra Martha Ildiko, que también encabeza el Ballet de la Mar en ese mismo recinto.
De la mano con muchos aliados, y una fundación con el mismo nombre del conservatorio, se reúnen fondos, se aportan instrumentos, se acondicionan los espacios y se juntan voluntades para darle continuidad al legado de quien dispuso de su casa y las sombras de los árboles a su alrededor para fomentar la formación musical de la isla.
A pesar de que se trata de una institución dependiente de los gobiernos regional y municipal, la gestión conserva su clave familiar: la coordinación del recinto lo asume Belkis, su hermana Ana Cecilia, saxofonista, lleva la dirección de la fundación del conservatorio.
A pesar de que sus hermanos clarinetistas José Alberto y Alberto José están fuera del país, todas las decisiones académicas de desarrollo de las cátedras se mantienen en consulta permanente con ellos.
一La familiaridad, el amor. Aquí brillan todos y se sienten en casa一 para Belkis esa es la armonía que mantiene afinado el conservatorio.
Graaaacias infinitas 🧿💙
Que Belleza de Historia 😍 y que orgullo pertenecer y formar parte de tan prestigiosa institución. Agradecida con Dios y con la Vida por la oportunidad 🙏🏼 especialmente por la preparación y el amor que mi nieta Miranda Carrasquero recibe a diario y que con su corazón agradecido, desarrolla exitosamente su bonito talento musical 🎵. Muchísimas gracias Belkis Requena y a todos los que hacen vida en el conservatorio.
Aunque hay otras ciudades musicales en Venezuela (y en realidad todo el país lo es, de acuerdo a la cantautora Conny Mendez), Margarita tiene sonidos únicos que parecen cantar en la mar, su brisa y su gente. Que bello saber que la pasión y tenacidad de un hombre logró sus frutos en un legado tan bonito.
Formar músicos es en realidad llevar al arte de más alto nivel a los seres humanos que serán marcados de por vida por una disciplina y equilibrio. Llevar esa misión siempre será un reto, pero será de mucho valor por los resultados.