Pastoreño de nacimiento y enamorado de su parroquia, dibuja con devoción sus calles, esquinas y fachadas a través de bocetos a mano alzada para compartirlos en los grupos de redes sociales de La Pastora como parte de la memoria histórica y urbana. Sus dibujos son una ofrenda a su comunidad y todos han sido cedidos como aporte a la difusión cultural

_{Por Martha Eloína Hernández/Ilustraciones Alciro Valentinez Rodríguez}

Desde que tiene uso de razón, su juguete y herramienta de trabajo ha sido un lápiz de grafito. En la escuela era el muchachito que le gustaba dibujar. En las fechas conmemorativas de las efemérides, asumía la responsabilidad de decorar la cartelera escolar. 

Siempre le ha gustado dibujar y profesionalmente ejerce su afición como dibujante técnico vinculado a la arquitectura. Alciro Valentinez Rodríguez se declara un un fan enamorado de La Pastora, parroquia caraqueña en la que nació, creció y vive desde hace 59 años. 

—Los dibujos de La Pastora son un hobby. Los hice públicos en 2015. Se los he dado al señor Víctor (Zambrano), cronista de La Pastora, para que los publique en las páginas de los grupos que se han formado en las redes sociales. Compartir mis dibujos es mi motivación y me gusta que la gente los comparta. Yo soy un enamorado de La Pastora, de sus calles, de su arquitectura y sus tradiciones. 

Un día, después de publicar en Facebook fotos de las calles de La Pastora con algunos íconos importantes, se le ocurrió montar sus dibujos, los cuales tuvieron buena receptividad. Son bocetos hechos en papel bond, a mano alzada y coloreados con acuarela, que luego digitaliza para compartirlos como parte de la memoria histórica y urbana. 

—La gente los disfruta mucho. Les gusta cuando dibujo las fachadas de sus casas. No hay un interés comercial, aunque hay gente que me ha pedido que les haga algún dibujo específico y me han preguntado si vendo los dibujos. Yo les digo que no los hago con ese fin.

Alciro no ha sumado la cantidad de dibujos realizados, pero superan los 50. Tampoco ha dibujado otras parroquias. Su foco e inspiración siempre ha sido dibujar La Pastora. No le gusta hacerlo en la calle, porque se distrae mucho. La recorre, toma muchas fotografías y luego, en la tranquilidad de su casa, las revisa y escoge la calle, la perspectiva o cualquier otro elemento que le llame la atención. 

Entre sus dibujos de La Pastora destacan: el mercado, el cine plaza, las iglesias de la Divina Pastora y San Judas Tadeo, niños volando papagayo, el tranvía, la calle, la bajada de los perros, entre otras.

Sus dibujos son una ofrenda de amor para su terruño y han sido exhibidos en el Museo Arturo Michelena, en el Museo de José Gregorio Hernández y en varias exposiciones itinerantes realizadas en La Pastora. Todos han sido cedidos como aporte a la difusión cultural.

—Los dibujos surgen así: hoy tengo ganas de hacer “un dibujito” y lo hago. Dependiendo de la motivación y mi disponibilidad puedo dibujar en dos días o tres meses.

La Pastora es una de las parroquias más importantes y populares de Caracas para los pastoreños de nacimiento y de corazón. Si algo caracteriza a sus habitantes es el amor y sentido de pertenencia que expresan con orgullo. 

Desde niño, Alciro ha disfrutado de primera mano de sus tradiciones y, a través de los años, ha visto su transformación. Con sus hermanos y amigos jugó en el patio de su casa e hizo cosas que los niños de hoy ya no hacen, como las carruchas con rolineras que ellos fabricaban para tirarse por todas las calles de La Pastora. 

—En aquella época no había redes sociales, Internet y no teníamos la tecnología que tienen los muchachos hoy en día. Nuestros juegos eran los tradicionales que llegaban por temporada como: papagayo, perinola, metra, yoyo. También teníamos juegos de interacción como la ere, el escondite y el policía y ladrón.

Alciro desde el primer momento sintió empatía y gratitud por #RostrosdeLaPastora, porque considera que es un proyecto que no sólo visibiliza a una parroquia por su carácter patrimonial, histórico y cultural, sino también por su gente y sus actividades.

—Para mí es un orgullo participar y estoy contento de que hayan escogido a La Pastora para hacer este trabajo tan bonito.