Dedicamos esta historia a la devoción de todos los venezolanos por sus primeros santos, el doctor José Gregorio Hernández y la Madre Carmen Rendiles.
En el marco del especial #RostrosDeLaCandelaria
Producción y guion: Liza López/ Fotografías: Daniel Hernández/ Edición video: Rayner Yanez

Todos los días, la señora Neila visita la iglesia de Nuestra Señora de La Candelaria para agradecer a su santo José Gregorio Hernández. Como un ritual, sin falta.
—Ella llega y lo primero que hace es ir a saludar la talla de José Gregorio como si fuera una persona viva. La abraza, le da besos, le dice cosas, con una devoción tan profunda que contagia y te hace creer que José Gregorio existe, que está entre nosotros— cuenta Mirian Pérez, secretaria de la oficina de vicepostulación de la causa de José Gregorio Hernández de la iglesia de La Candelaria.
Mirian es testigo a diario de las visitas de quien se ha ganado el cariño de todos en la iglesia, la abuela de 91 años Neila Pareja.
—Un buen día me enterneció tanto cuando ella dijo: ‘esa imagen es mía’. Y le dije, pero llévatela, te la regalo. Su emoción fue tal que no lo podía creer. Me dijo: ‘a mí nunca nadie me ha regalado nada y mucho menos algo como ésto. Yo la voy a venir a buscar’. Otro día me dijo ‘no me la puedo llevar porque no tengo quién la lleve y honestamente, si yo me llego a morir, ¿en manos de quién va a quedar mi goyito? Yo prefiero tenerlo aquí y sé que él va a estar todos los días esperándome y aquí yo hablo con él’. Eso me partió el alma —recuerda Mirian.
Y así sucede. Por las tardes Neila llega, se acerca, saluda a su santo, lo abraza, le habla en voz baja y le agradece.
En esta audiogalería nos cuenta sobre esa devoción.